Ene este post queremos analizar el impacto y la problemática del futuro colector del proyecto de saneamiento de Mendaro a su paso por la cueva de Aizkoltxo.

La cueva de Aizkoltxo 3 se encuentra junto a la carretera de acceso al polígono industrial de Kurutzgain, en la colina de Aizkoltxo, frente a Mendaro Plaza. Su boca se abre a un metro del asfalto, encima de una pequeña elevación que no llega al metro de altura. Su entrada es una angosta y baja galería que tras un recorrido de media docena de metros desemboca en una amplia sala.

Proyecto saneamiento de Mendaro Aizkoltxo

Colina de Aizkoltxo y localización de la boca de la cueva de Aizkoltxo 3

 

Boca de Aizkoltxo 3

 

proyecto saneamiento de Mendaro aizkoltxo

Saliendo de Aizkoltxo 3

Proyecto saneamiento de Mendaro. Plano de Aizkoltxo

Perfil idealizado de Aizloltxo 3

Tras su exploración y topografía se localizó en las galerías inferiores de esta cavidad marcas en las paredes de niveles de agua alcanzados por su inundación en periodos de lluvias.

Galería inferior de la cueva de Aizkoltxo 3 en la que se observa el nivel que alcanzan las aguas cuando se inunda en periodos de lluvias.

Otra marca de nivel de agua en otra galería del nivel inferior

Revisión de las inundaciones de la cueva de Aizkoltxo en periodos de lluvias

Para comprobar las inundaciones de la cueva en periodos de lluvia que inundan su nivel inferior en más de tres metros de altura, se realizó una exploración tras un episodio de lluvias normales y se constató que el nivel inferior de la cueva ya se había inundado en unos dos metros.

Galería inundada de Aizkoltxo 3 en época de lluvias

Para seguir controlando las inundaciones de Aizkoltxo 3, el 10 de diciembre de 2021, tras las
inundaciones acaecidas en Mendaro acudimos a la cueva para comprobar su estado.

Boca de Aizkoltxo 3 durante las inundaciones de Mendaro del 10 de diciembre de 2021.

Las comprobaciones que pudimos realizar fueron sumamente ilustrativas y pudimos deducir que se trataban de aguas subterráneas limpias, y no turbias como las del río Deba cuyo nivel en aquel momento quedaba a unos 10 metros por debajo. Además, la barrera de menos de un metro de altura que forma la roca caliza en la boca, impidió que las aguas accedieran a la carretera e inundaran el cercano pabellón de calderería Lilí, el antiguo restaurante Intsusai y el pabellón de Giba, que quedan a unos 4 metros por debajo de la boca de la cueva. También llegamos a la conclusión de que si las aguas no llegaban a surgir por la boca es debido a las numerosas grietas y fisuras que se observan en el suelo de la galería inicial producidas por las voladuras llevadas a cabo para abrir la carretera de acceso al polígono industrial. De ello también dedujimos que las aguas que se infiltran por ese suelo agrietado pasan por debajo de esta carretera de acceso, lo que explicaría el hundimiento del terreno que se observa frente a la boca de la cueva en el pradillo existente entre la carretera del polígono y la N-634, al estar siendo minado por las circulaciones subterráneas que originan esas infiltraciones.

Vista del agua que afloraba por la boca de Aizkoltxo 3 durante las inundaciones del 10 de diciembre de 2021. El agua quedó retenida en el cuenco que forma la roca caliza justo en su boca, quedando al mismo nivel que el de la carretera de acceso al polígono industrial de Kurutz Gain.

 

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Fotografía aérea del entorno de Aizkoltxo para hacernos una composición de lugar.

Los cantos rodados encontrados en el interior de la cueva de Aizkoltxo 3 demuestran que por ella discurría un arroyo subterráneo hasta surgir en el cercano río Deba. Por ello, es del todo viable que el mismo arroyo subterráneo discurra por debajo de la actual Aizkoltxo 3, en un nivel inferior tan próximo que cuando se inunda el agua accede a la galería fósil superior inundándola en más de 3 metros de altura, nivel que se denomina epifreático por estar alternativamente seco o inundado. Asumiendo que un arroyo subterráneo discurría bajo Aizkoltxo 3 intentamos localizar su obligada surgencia a orillas del muy cercano río Deba, fijándonos en un colector muy deteriorado frente a los pabellones inferiores del polígono industrial de Kurutzgain, que se adentra en el río una docena de metros.

El 3 de julio de 2021 exploramos este gran colector en el río Deba, con un primer tramo hundido, de gruesas paredes de hormigón de medio metro de espesor. Aunque lo recorrimos en toda su extensión, su exploración fue muy dificultosa por estar prácticamente colmatado de cantos rodados y, sobre todo limos, sólo contra la pared del lado izquierdo había una especie de estrecho canal excavado en los sedimentos y por el que discurría una pequeña circulación de agua que pensamos sería la que había abierto aquella entalladura. Tras unos 17 metros de recorrido el colector se cerraba en un espacio más amplio, con menos sedimentos, que recorrían verticalmente dos grandes tubos de hormigón de más de un metro de diámetro que alcanzaban la bóveda. Tras comprobar que su interior estaba intencionadamente rellenos de piedras, supusimos que serían dos antiguas arquetas de la fábrica de conservas que se ubicaba en las proximidades.

Vista de los restos del primer tramo del gran colector de Aizkoltxo adentrándose en el río Deba, el 3 de julio de 2021. Gracias al tramo de pared del lado izquierdo que sobresale de las aguas del río Deba, podemos hacernos una idea del grosor de sus paredes. Teniendo en cuenta ese grosor, el gran tamaño de su bóveda y el largo tramo que se adentra en el río, es impensable que este colector estuviera simplemente pensado para hacer de desagüe de una pequeña fábrica. Por su tamaño más parece proyectado para desaguar un enorme volumen de agua a favor de la corriente del río, como por ejemplo una surgencia extremadamente torrencial.

 

Exterior del colector de Aizkoltxo cubierto por un manto de musgos.

 

Angosto acceso al interior del colector a causa del amontonamiento de escombros del desplomado primer tramo.

 

Recorriendo el colector de Aizkoltxo, casi totalmente colmatado de limos negruzcos por su lado derecho.

 

Vista de su lado izquierdo, junto a la pared, en el que se observa un canal excavado en los limos por el que discurre una pequeña circulación de agua limpia

 

proyecto saneamiento Mendaro

Iluminando el lugar done la pequeña circulación de agua limpia del colector desemboca en las más turbias aguas del río Deba.

 

Vista del colector de Aizkoltxo tras una pequeña crecida del río Deba. Sólo es visible el manto de musgo que crece sobre su bóveda.

 

Desde el descubrimiento de la cueva de Aizkoltxo 3 y de sus aguas subterráneas, hemos tratado de hallar su surgencia a orillas del anexo río Deba, y el colector reúne muchas posibilidades de estar destinado a ello; pero el hecho de que quede completamente sumergido ante cualquier subida del nivel de las aguas del Deba, hace que su comprobación sea muy problemática.

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Líneas azules y rojas, supuestos colectores del proyecto de saneamiento de Mendaro

Conclusiones sobre el proyecto del futuro colector de saneamiento Mendaro

Partiendo del plano del entorno de Aizkoltzo en el que se han representado con líneas azules y rojas los colectores proyectados para el proyecto de saneamiento de Mendaro, concluimos que para el tramo de colector (línea roja) que recorre la carretera del acceso y salida del Polígono Industrial de Kurutzgain, desde la rotonda del puente de Mendaro hasta el pabellón de Calderería Lilí, no se han tenido en cuenta en su recorrido las especiales características kársticas del lugar y los numerosos patrimonios geológicos, espeleológicos, arqueológicos e hidrogeológicos a los que afectaría; y más, teniendo en cuenta que Mendaro acaba de solicitar su inclusión dentro del Geoparque de la Costa Vasca y debe preservar, por tanto, este lugar por ser el punto de inicio y más emblemático de la futura Ruta del Karst del Geoparque. Téngase en cuenta, además, que ese tramo de colector coincide exactamente con la línea de inicio de la caliza, es decir, con el inicio del Karst del Geoparque, por lo que sería poco apropiado señalar esa línea tan emblemática y representativa de la futura Ruta del Karst con un colector de aguas residuales. Más bien habría que señalar esa línea con algún monumento que reconociera esa excepcional singularidad geológica, que a su vez incluye la anexa cueva de Aizkoltxo, reconocida por su arte mueble magdaleniense sin parangón a nivel nacional e internacional. Para una información más pormenorizada léase nuestro informe: “El límite Paleolítiko-Kárstico del Bajo Deba”.

En cuanto a los aspectos relativos a la construcción de un colector por delante de la boca de la cueva de Aizkoltxo 3, entendemos que la misma lleva aparejada una excavación de las calizas en un entorno de un valor geológico, kárstico, espeleológico, arqueológico e hidrogeológico excepcional, clave para el desarrollo de Mendaro que no puede permitirse el lujo de su degradación.

A su vez, también entendemos que no se ha realizado ningún estudio hidrogeológico para evaluar la afectación que tendría esa excavación sobre las circulaciones subterráneas de Aizkoltxo, así como las posibles fugas que podría provocar en los grandes embalsamientos epifreáticos de agua que se producen en el interior de la cueva de Aizkoltxo 3, con el consiguiente riesgo de inundación para la mayoría de los pabellones del Polígono Industrial, ya que quedan a 4 metros por debajo del nivel que llegan a alcanzar las aguas en esta cueva.

Así mismo, también entendemos que la afectación que tendría ese colector sobre las aguas subterráneas de Aizkoltxo también comprometería su posible captación para abastecimiento público, precisamente cuando el Calentamiento Global que padecemos ya ha evidenciado la necesidad de conservar los recursos hídricos que poseemos y la de buscar otros nuevos.

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En línea discontinua roja, límites aproximados del colector de Aizkoltxo en el en el río Deba

Para empezar, lo que vemos más lógico sería limpiar los sedimentos que prácticamente colmatan el colector del río Deba en Aizkoltxo y los escombros producidos por el hundimiento de su tramo inicial, en vistas a facilitar el desagüe de la posible surgencia existente en su interior y, por tanto, a evitar las inundaciones de la cueva de Aizkoltxo 3. Pero dado que el colector queda sumergido bajo las aguas del mismo Deba durante cualquier mínima crecida, las mismas aguas del río suponen un obstáculo para el desagüe del colector, por lo que lo más efectivo sería eliminar el colector en todo su desarrollo y dejarlo todo al descubierto, como la misma naturaleza ya había dispuesto.

En resumen, creemos del todo necesario que para realizar el proyecto del futuro colector de saneamiento de Mendaro  que afecta a las cuevas de  Aizkoltxo habría que empezar por un verdadero estudio pormenorizado de su entorno a todos los niveles.

Angel Mª Tobajas Ramos
MorKaiko Leizarpe Espeleologia Taldea