¿Es posible que el patrimonio arqueológico y geológico de la colina kárstica de Aizkoltxo, situado en la población de Mendaro, a las puertas del Geoparque de la Costa Vasca esté en peligro?
Es lo que planteó Evaristo Rodríguez Rábano, miembro del grupo espeleológico Morkaiko Leizarpe, durante las Jornadas de Espeleología organizadas por el Geoparque de la Costa Vasca el pasado 5 de noviembre en Mutriku.
En su ponencia, Evaristo Rodríguez manifestó su preocupación por la amenaza que supone el actual Plan General de Ordenamiento Urbano de Mendaro (2020) para la conservación de la colina de Aizkoltxo; un montículo calizo que antiguamente ya sufrió la agresión de una pequeña cantera y que en la actualidad de nuevo corre peligro de desaparecer por los numerosos pabellones industriales que se están asentando en su entorno y el proyecto de construcción de un nuevo puente en los alrededores de la colina de Aizkoltxo. En el anteproyecto del nuevo puente se tiene en cuenta la necesidad de proteger la cueva arqueológica de Aizkoltxo, pero el grupo Morkaiko-Leizarpe considera que esta protección es demasiado pequeña, ya que además de la cueva consideran imprescindible proteger el entorno.
Evaristo Rodríguez expuso en su intervención que el grado de clasificación desde el punto de vista subterráneo otorgado como de bajo interés (valor 2 sobre 6) es completamente insuficiente dada la amplia variedad de los hallazgos espeleológicos, geológicos y arqueológicos descubiertos a partir del año 2003.
En el año 2003 los arqueólogos emprendieron nuevamente excavaciones sistemáticas en la colina de Aizkoltxo tras el parón habido desde el año 1927 cuando J. M. Barandiaran calificó los materiales hallados en Aizkoltxo y en su yacimiento arqueológico, como «piezas poco significativas».
Estas recientes excavaciones dieron comienzo a una cadena de notables y asombrosos descubrimientos arqueológicos que han convertido a la cueva de Aizkoltxo y su entorno en referentes arqueológicos a nivel europeo. Toda la zona alberga varios de los principales yacimientos arqueológicos de Debabarrena, tanto a nivel superficial como en cueva, que dan renombre a Mendaro a nivel internacional.
Aizkoltxo es un elemento único y de incalculable interés del paisaje prehistórico de Debabarrena, pues a lo largo de su historia cumplió las funciones de fortaleza, refugio y atalaya para el hombre primitivo . En la actualidad la presión humana ha ido deteriorando su valor medioambiental y arqueológico. Su resistencia a la presión demográfica y económica de la zona la convierten en un símbolo similar a la pequeña aldea gala de Asterix asediada por el imperio romano.
El grupo espeleológico Morkaiko – Leizarpe lleva años reivindicando una protección especial para la colina de Aizkoltxo. Evaristo Rodríguez, en la conferencia de Mutriku, aportó datos enumerando los elementos de interés encontrados en la cueva de Aizkoltxo hasta la actualidad para poderla clasificar desde el punto de vista de PATRIMONIO SUBTERRÁNEO y SUPERFICIAL como de excepcional interés.
Evaristo Rodríguez aportó datos enumerando los elementos de interés encontrados en la cueva de Aizkoltxo hasta la actualidad para poderla clasificar desde el punto de vista de PATRIMONIO SUBTERRÁNEO y SUPERFICIAL como de excepcional interés
Sirven de ejemplo los siguientes epígrafes.
- PATRIMONIO GEOLÓGICO Y PAISAJÍSTICO DE LA COLINA DE AIZKOLTXO
- PATRIMONIO GEOMORFOLÓGICO DE AIZKOLTXO
- PATRIMONIO ESPELEOLÓGICO DE AIZKOLTXO
- PATRIMONIO HIDROGEOLÓGICO DE AIZKOLTXO
- PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DE AIZKOLTXO
- PATRIMONIO BIOESPELEOLÓGICO DE AIZKOLTXO
Elementos de interés medioambiental y arqueológico de la colina de Aizkoltxo
PATRIMONIO GEOLÓGICO Y PAISAJÍSTICO DE LA COLINA DE AIZKOLTXO
La colina de Aizkoltxo se encuentra en el valle del río Goikola, en el barrio Plaza de Mendaro, entre la carretera 634 y el río Deba. Es la puerta al karst del Bajo Deba. Señala el inicio de la caliza y del paisaje kárstico del Bajo Deba. La colina es un punto geológico de primer orden al ser el límite natural que señala el inicio del karst en el Bajo Deba. (Si estuviera incluido en el Geoparque de Mendaro, Aizkoltxo sería el límite calcáreo de referencia, que es el límite K / T de Zumaia en la ruta del Flysch.Este límite marca el final del Mesozoico y el inicio del Cenozoico). En él se encuentran todos los elementos del paisaje kárstico: lapiaces o lenares, dolinas, cuevas, surgencias y el primer bosque de encina atlántica del Bajo Deba. Desde Aizkoltxo se accede al karst de Arno y al karst de Izarraitz, el propio Mendaro se asienta entre ambos y su llamativo aislamiento le confieren unas características muy especiales.
PATRIMONIO GEOMORFOLÓGICO
La colina de Aizkoltxo es un elemento geomorfológico de primer orden, al ser el tapón que cerraba la barranca ciega del Goikola hace centenares de miles de años, por lo que el arroyo Goikola tuvo que atravesarlo formando el sistema de cuevas que encontramos en su interior en la actualidad. Hace unos doscientos mil años el arroyo Goikola socavó el lado suroeste de la barranca ciega en su parte final, pasando a desembocar en el río Deba como lo hace en la actualidad.
PATRIMONIO ESPELEOLÓGICO
El grupo espeleológico Morkaiko – Leizarpe publicó en 2018 el libro «Bajo el suelo de Mendaro, por sus cuevas y simas» en el que se muestran algunos de los principales argumentos para apoyar la protección de las cuevas de Aizkoltxo.
En la colina de Aizkoltxo existen indicios de 7 cavidades, pero por ahora sólo se han podido explorar 2 de ellas: Aizkoltxo y Aizkoltxo 3. Ambas se desarrollan muy próximas entre sí y al mismo nivel, y aunque se sabe que pertenecen al mismo sistema todavía no han encontrado la comunicación entre ambas. La pequeña cueva de Aizkoltxo se abre en una espaciosa terraza y bajo una gran visera que anticipa su excepcional valor arqueológico. Observando su perfil podemos deducir que la cueva de Aizkoltxo fue un antiguo sumidero por el que caían las aguas para pasar a recorrer la vecina cueva de Aizkoltxo 3. El reducido tamaño de la colina de Aizkoltxo contrasta enormemente con la notable amplitud de la cueva de Aizkoltxo 3. Desde la sala inicial de Aizkoltxo 3 la cavidad supera los 10 metros de altura. Un elemento a destacar de esta cavidad son las formaciones de carbonato que se desarrollan a todos los niveles. Las estalactitas, estalagmitas y columnas adornan profusamente algunos rincones de Aizkoltxo 3. Las piñas de estalactitas de Aizkoltxo 3 están formadas mayoritariamente por estalactitas tubulares, macarrones, banderas y estalactitas excéntricas. Los tubos de órgano también adornan muchos rincones de la cueva, así como gours, tanto fósiles como activos.
«Hemos topografiado 300 metros de galerías en Aizkoltxo 3, menos de la mitad de su extensión total. Los rellenos arcillosos y de cantos rodados que existen en la cueva son similares a los que hay en la cueva arqueológica de Aizkoltxo, lo que nos lleva a pensar que ambas formaron parte de una misma cavidad en el pasado. Si se confirmara esta hipótesis, abriría la puerta a la posibilidad del hallazgo de restos arqueológicos o paleontológicos en Aizkoltxo 3 similares a los localizados en Aizkoltxo».
Galería de fotos de la cueva de Aizkoltzo
PATRIMONIO HIDROGEOLÓGICO
Bajo la cueva de Aizkoltxo discurre la única red de aguas subterráneas descubierta en la margen izquierda del río Deba a su paso por el municipio de Mendaro, procedente del Karst de Arno. Las primeras exploraciones de Aizkoltxo 3 realizadas por el grupo espeleológico Morkaiko – Leizarpe les dieron pistas de la existencia de una red de agua subterránea en la zona, pero durante en el mes de enero de este año han podido constatar de manera fehaciente el descubrimiento de una nueva red de agua subterránea en el subsuelo de Mendaro«En 2018 identificamos una línea de nivel de agua a unos tres metros de altura en el interior de la galería, pero en ese momento no había rastro de ella. La prueba de la existencia de aguas subterráneas la tuvimos el pasado 16 de enero, al encontrarnos la cueva inundada tras varios días de lluvia. Al igual que ocurre en el acuífero subterráneo del Kilimon, los días lluviosos hacen que el agua acumulada en el subsuelo vaya ganando altura para terminar brotando por la boca de la sima conocida con el nombre de Ebro. Calculamos que las aguas subterráneas deben ascender siete metros para hacerse visibles en las zonas inferiores de Aizkoltxo 3», señalaron los miembros de Morkaiko – Leizarpe. La red de aguas subterráneas recientemente descubierta está vinculada al macizo de Arno y es la primera que encuentran en la margen izquierda del río Deba a su paso por esta localidad. Los estudios preliminares invitan a los espeleólogos elgoibartarras a ser optimistas y no descartan que esta zona pueda convertirse en un nueva fuente de suministro de agua de la que podrían beneficiarse los habitantes de Debabarrena en el futuro según declaraciones al El Diario Vasco.
Teniendo en cuenta que todas las surgencias de la margen derecha del río Deba en Mendaro están captadas para el abastecimiento público de los 4 municipios más septentrionales de Debabarrena, la posibilidad de captar otra circulación de aguas subterráneas en Mendaro sería vital para estos municipios, y más teniendo en cuenta el valor estratégico que está adquiriendo el agua potable en vistas al cambio climático.
PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
El descubrimiento de un bastón magdaleniense perforado de 15.000 años de antigüedad junto a la entrada de la cueva de Aizkoltxo, ha colocado a la pequeña colina en la que se asienta en un lugar primordial dentro de la arqueología europea. La pieza está datada en el Magdaleniense Superior (14.000-15.000 años) y la particularidad de su construcción ha llevado a los expertos a considerarla como una de las piezas del arte Paleolítico más relevante de cuantas se han localizado en Gipuzkoa hasta la fecha.
A finales del año pasado, un grupo de arqueólogos de la Universidad del País Vasco, junto con la asociación científica Munibe Arkeologia Talde, pùblicaron un estudio del hallazgo arqueológico tras los trabajos realizados entre 2003 y 2009.
En el curso de dichos trabajos se identificó un nivel atribuible al Magdaleniense Superior-Final, cuyo proceso de formación es poco habitual. En él, además de una abundante industria lítica y ósea datada en 14864-14160 cal BP se localizó el bastón que describimos, que conserva al menos cuatro perforaciones y que está profusamente decorado con motivos figurativos (un ciervo en visión frontal, y dos astas de ciervo además de dos équidos o, quizás, lepóridos) y signos (trazos simples, ahusados, Vs embutidas, Vs paralelas, etc.). Este excepcional objeto, junto a otros frecuentemente señalados, corrobora la estrecha relación de los yacimientos de la Cornisa Cantábrica con los del Golfo de Bizkaia, Pirineo Occidental y Central.
“Este excepcional objeto, junto a otros de similares características, corrobora las estrechas relaciones entre los grupos que ocuparon los yacimientos de la cornisa cantábrica, el golfo de Bizkaia, el Pirineo Occidental y Central e, incluso, el departamento de Dordoña (Francia)”, señala el informe. “En Europa se han localizado más de 400 bastones perforados de los que la mitad presentan algún tipo de decoración, pero los que cuentan con cuatro o más perforaciones son mucho menos abundantes, poco más de una decena. Hasta el descubrimiento del ejemplar de Aizkoltxo, la totalidad de las varas multiperforadas conocidas se ubicaban en la zona de Aquitania”, añade el estudio.
Galería bastón de ciervo perforado
Pero los descubrimientos arqueológicos de Aizkoltxo son más numerosos y muchos de ellos todavía no se han publicado por estar en estudio. Ya el 30 de octubre 2007, en el Diario Vasco apareció el hallazgo fortuito en la cueva de Aizkoltxo de un curioso canto rodado con varias muescas que los espeleólogos de Elgoibar bautizaron como la “Venus de Mendaro”. Los miembros de Morkaiko Leizarpe están seguros de que esta pieza será otro elemento a destacar de la colina de Aizkoltxo. Los espeleólogos elgoibarreses hicieron llegar la noticia de su descubrimiento a la Sociedad de Ciencias Aranzadi así como a otras instituciones con el fin de que ellas adopten las medidas necesarias para resolver el misterio sobre los orígenes de esta figura. En la actualidad sólo queda esperar a ver cuál es el veredicto final de los expertos sobre el significado y la datación de la época a la que pertenece esta figura.
PATRIMONIO BIOESPELEOLÓGICO
Dado el aislamiento de la colina de Aizkoltxo y que su principal cavidad se acaba de explorar, los miembros de Morkaiko Leizarpe están convencidos de la excepcionalidad de este ecosistema bioespeleológico virgen. En cada exploración siempre se topan con alguna especie específica del entorno subterráneo. como mariposas, miríapodos, restos óseos de mamíferos, etc.
Al finalizar su exposición, Evaristo Rodríguez, volvió a remarcar los elementos de interés encontrados en la cueva de Aizkoltxo para poderla clasificar desde el punto de vista de PATRIMONIO SUBTERRÁNEO y SUPERFICIAL como de interés excepcional.
Según declaraciones de Morkaiko Leizarpe, la presencia de agua bastaría para concederle a la zona una protección especial, pero señalan que además hay otros argumentos para preservar Aizkoltxo y su entorno. El grupo espeleológico Morkaiko Leizarpe considera que cuevas como Aizkoltxo y otras similares localizadas en Mendaro podrían ser la base de un centro de interpretación del mundo de la espeleología vinculado al Geoparque de la Costa Vasca. De ahí la necesidad de protegerla y explorar proyectos sostenibles que aboguen por la conservación, el respeto, la historia. Se trata de un lugar idóneo para la construcción del parque de interpretación del karst, ya que sería el lugar idóneo para observar los principales elementos geológicos del karst y la flora convencional. Además, la colina de Aizkoltxo es un elemento único y de incalculable interés del paisaje prehistórico de Debabarrena, pues cumplió las funciones de fortaleza, refugio y atalaya para el hombre primitivo.
Esperemos que las diversas administraciones locales y provinciales tomen cartas en el asunto para poder preservar una zona de gran belleza, situada sobre el río Deba. Sería lamentable que los nuevos proyectos urbanísticos de Mendaro supusieran la destrucción de la cueva y del conjunto de su entorno.
Fuentes:
- Evaristo Rodríguez Rábano: La colina de Aizkoltxo.
- Un bastón multiperforado de la ocupación del Magdaleniense Final de la cueva Aizkoltxo, firmado por Blanca Ochoa, Daniel Ruiz Rodríguez, Erik Arévalo Muñoz, Javier Alberdi Urdalleta, Juan Mari Arruabarrena Astiazarán y José Antonio Mujika Alustiza, de la Universidad del País Vasco y de la asociación científica Munibe Arkeologia Taldea. Complutum ISSN: 1131-6993.
- El País: El misterio del bastón de hace 15.000 años.
- Barren (05-03-2021)
- Diario Vasco: La Venus de Mendaro, Un enclave con referencias prehistóricas, Un foco de atracción turística por explotar y bajo amenaza.