El 10 de Diciembre de 1988 tres espeleólogos de Elgoibar realizaron una peculiar exploración para topografiar el colector de Santa Clara. Los pormenores de aquella exploración merecen un capítulo aparte, pero debemos señalar que justo cuando pasamos bajo las ruinas del antiguo convento de Santa Clara nos topamos con un tramo del colector de 125 m que había sido construido a principios del siglo XVI. Impactados por el descubrimiento, los espeleólogos decidieron recopilar toda la información posible sobre aquel antiguo tramo, y afortunadamente, la Madre abadesa del nuevo convento de Santa Clara, María Jesús Azpiazu, les facilitó el acceso a los antiguos archivos del convento para buscar datos sobre la construcción del antiguo colector bajo el convento original de Santa Clara.
La información que encontraron los espeleólogos de Elgoibar sobre el antiguo colector del convento de Santa clara fue sorprendente y sumamente esclarecedora, lo que merece otro capítulo aparte, pero para este artículo sólo vamos a recoger algunas de las referencias que encontramos sobre lo que aparece denominada como la “losa de Eibar”.
Referencias sobre la “losa de Eibar” recogidas de los archivos del Convento de Sta. Clara de Elgoibar:
– Carpeta 2, Documento 13, pág. 5
“En 1883, el día 29 de noviembre fue electa en abadesa la R Mª María de la Encarnación Barrenechea y en su trienio se construyó, el cementerio actual…
La entrada de hacia el Convento, con una escalera de seis peldaños de losa de cantera de Eibar…
Contiene ocho sepulturas, o cajas hechas con losa de Eibar”.
Pág. 15
“En 1899 a 16 de Julio fue electa en Abadesa la R Mª María Cruz de Sta. Clara y Estarta y en su trienio se hicieron las obras y mejoras siguientes…
Id. Arreglar la entrada de la puerta de los carros poniendo con losa de la cantera de Eibar,…
Id. En el lavadero que también estaba mal el piso se puso con losa de la cantera de Eibar, y una mesa de la misma losa para jabonar la ropa.
Id. Arreglar también frente la Despensa con la dicha losa de Eibar”
Pág. 18
“El segundo conducto por dentro de la casa va junto la pared hasta las cajas o depósitos del lavadero,…
La segunda caja seguida de la anterior es posterior a la de la fundación, más capaz y de losa de la cantera de Eibar”.
Pág. 72
“En el Hospicio, la cocina era más larga que ancha, hacia el centro estaba un departamento o cuarto con ventana al Oeste y servía para tener leña…, por donde bajaba también el agua del lavadero del convento por caño (canal) abierto, y parte cerrado con losa de Eibar”.
Lo que parece evidente es que la denominada “losa de Eibar” es un elemento de construcción de la arquitectura tradicional que fue ampliamente utilizado en el antiguo convento de Sta. Clara desde sus orígenes hasta casi su desaparición. También es evidente que el uso de lajas o losas planas de piedra es un elemento de construcción que fue ampliamente utilizado en la antigüedad y que todavía sigue utilizándose para recubrimientos o enlosados. Pero, ¿por qué en los archivos del convento el nombre de losa de Eibar se utiliza casi como una denominación de origen?
Si recorremos la nueva variante de Eibar y observamos los impresionantes cortes realizados para su construcción en las laderas de la vertiente sur del valle en el que se asienta, contemplaremos un impresionante flysch que nos ayudará a comprender inmediatamente por qué era tan fácil obtener de sus canteras perfectas losas idóneas para la construcción.
Si tenemos en cuenta que el flysch es un tipo de terreno formado por una abigarrada acumulación de delgados estratos o “losas” de diferente dureza o composición, en la que se alternan calizas, pizarras o areniscas, podemos deducir que para la construcción se utilizaban los estratos o “losas” más duras, generalmente los de caliza. También el diferente grosor de estos estratos nos permite hacer una selección según el tipo de construcción a realizar, normalmente los más utilizados iban de los 3 a 10 centímetros.
Por lo que podemos observar en el municipio de Eibar, las losas obtenidas del flysch todavía las podemos encontrar en infinidad de muros, paredes de casas o caseríos, cubiertas, enlosados e, incluso, en tapias construidas con losas únicas de gran tamaño.
Un tipo de construcción de losas muy típico que todavía se puede observar en algunos caseríos es el de las “askas”, pilas o abrevaderos que se localizan junto a su entrada. Anexos a ellos se solía colocar otra gran losa inclinada que servía para lavar la ropa.
En Elgoibar a 21 de septiembre de 2021
Angel Mª Tobajas, Morkaikoko Leizarpe Espeleologia Taldea