En el siguiente post vamos a hablar de las recogidas de muestras realizadas en las minas de Azkárate que han dado lugar al descubrimiento de un curioso mineral : la lepidocrocita. También hemos localizado diferentes tipos de minerales, junto a una investigación de la biología asociada a estas minas.
Las minas de Azkárate
Situadas bajo el gran puente de la carretera GI 2634 entre Elgoibar y Azkoitia, en el término municipal de Azkoitia, se encuentran unas modestas minas de las que se extraía hierro en forma de sulfuro, la conocida pirita. Dicho mineral sale en matriz de duro basalto de color blanquecino, la roca donde se sitúan las minas es lutita ocre y negra de aspecto y tacto terroso y de gran fragilidad ya que seguro se encuentran alteradas por la meteorización. Las labores mineras consisten en pequeñas galerías de unos 15 metros de desarrollo con una altura de 1,60 y 1 metro escaso de anchura. Otras son aún más cortas e incluso algunas labores son exteriores, pero también de muy escasa entidad, incluso en grandes rocas de basalto gris claro con vetas de cuarzo que existen en las inmediaciones también se encuentra trazas de pirita. Algunas labores muy pequeñas también se encuentran en este tipo de material basáltico, no apreciándose escombros ni acumulaciones de mineral, tampoco observamos ninguna instalación minera, aunque también intuimos por la observación de ortofotos aéreas antiguas que quizás la mina de mayor entidad pueda estar taponada o hundida.
En las recogidas de muestras que hemos realizado en diversas ocasiones se han localizado diferentes tipos de minerales, casi siempre asociados al hierro en sus distintas formas de composición, óxidos, hidróxidos, sulfuros, etc. también aparecen cuarzos con unos curiosos colores, algunos con una coloración roja terrosa debida al óxido de hierro y otros más espectaculares con unos bellos colores irisados en los que prácticamente están representados todo el espectro cromático, estos últimos a los que hacemos referencia es la lepidocrocita un curioso, espectacular y escaso mineral.
También es un dato muy curioso que en estas minas situadas a poco más de dos kilómetros de las de Urruzuno, no presenten ninguna traza de cobre, ya que en las minas de Urruzuno aparece en gran cantidad y en diversas formas de mineralizaciones como sulfuros, carbonatos, silicatos y arseniatos.
¿Qué es la Lepidocrocita?
Químicamente la lepidocrocita es un oxihidróxido de hierro que en ciertas ocasiones puede contener manganeso. Es polimorfo (minerales con idéntica composición química) de la goethita con la cual está directamente asociada ya que ambos minerales los podemos encontrar en la mayoría de las ocasiones juntos, también pueden encontrarse junto a la pirita. Posee una dureza de 5 en la escala de Mohs, un peso específico de 4 kilos por decímetro cúbico. Su sistema cristalino es ortorrómbico, debido a su pleocroísmo, que es la capacidad de algunos minerales de absorber distintas longitudes de ondas de la luz dependiendo de la dirección de incidencia pueden producir en un mismo cristal diferentes colores, cuando se altera por oxidación y meteorización da lugar a la limonita al igual que la goethita, y ya como curiosidad indicaremos que se han encontrado trazas de lepidocrocita en el mesosiderito de Vaca Muerta en Chile.
Otros minerales de las minas de Azkarate
Como ya hemos comentado en líneas atrás en estas curiosas minas salen diferentes tipos de minerales muchos de ellos asociados al hierro, como pueden ser la hematita, pirita bien cristalizada en formas cubicas milimétricas, goethita, limonita y la mencionada lepidocrocita, etc. Pero aparte de estos minerales, también hemos encontrado manganeso, yeso, clorita, cuarzos de diferentes colores, como prasios verdes, cuarzo hematoideo rojo, cuarzo citrino amarillo y naranja etc. En definitiva, una gran variedad y riqueza de minerales que es bastante sorprendente en unas minas de tan escasa entidad.
Bioespeleologia de las minas de Azkarate
En otras ocasiones ya hemos hablado de la vida que se desarrolla dentro de cuevas y minas en condiciones muy adversas para ello. No dejamos nunca de sorprendernos cómo es posible que estas formas de vida, totalmente adaptadas al medio subterráneo puedan ser tan diversas y el hecho de que en diferentes cavidades que se encuentran muy cerca unas de otras estas formas de vida sean totalmente diferentes. Otra curiosidad es que la vida se desarrolla ajena a las condiciones climáticas exteriores, siendo frecuente que debido a la humedad y temperaturas constantes que existen en el interior de las cavidades, hace que estas formas de vida no sigan el mismo patrón de los cambios meteorológicos estacionales, como si ocurre con los organismos que viven en el exterior. Así, podemos encontrar una diversidad de hongos de gran extrañeza y belleza a lo largo de las diferentes estaciones meteorológicas, creando esta curiosa teoría de que este tipo de vida subterránea no sigue los mismos patrones que las guían en el exterior. Su ciclo vital se alarga y encontramos estos organismos en diferentes estadios de crecimiento. También pudieran ser que la falta de luz diurna y la casi constante oscuridad influya en este curioso hecho de alargar considerablemente la vida de estas especies.